Vejiga hiperactiva

La vejiga hiperactiva, también llamada OAB (por sus siglas en inglés), provoca una necesidad repentina y frecuente de orinar que puede ser difícil de controlar. Es posible que sientas que necesitas orinar muchas veces durante el día y la noche, y también puedes experimentar una pérdida no intencional de orina (incontinencia de urgencia).

Si tienes vejiga hiperactiva, es posible que te sientas avergonzado, te aísles o limites tu vida laboral y social. La buena noticia es que una breve evaluación puede determinar si tus síntomas de vejiga hiperactiva tienen una causa específica.

Es posible que puedas controlar los síntomas de una vejiga hiperactiva con estrategias de comportamiento simples, como cambios en la dieta, micción cronometrada y técnicas de contención de la vejiga utilizando los músculos del piso pélvico. Si estos esfuerzos iniciales no ayudan lo suficiente con tus síntomas de vejiga hiperactiva, hay tratamientos adicionales disponibles.

Síntomas

  • Sentir una necesidad urgente y repentina de orinar que es difícil de controlar
  • Experimentar una pérdida involuntaria de orina inmediatamente después de una necesidad urgente de orinar (incontinencia de urgencia)
  • Orinar con frecuencia, en general ocho o más veces en un periodo de 24 horas
  • Despertar más de dos veces en la noche para orinar (nicturia)

Aunque tal vez llegues al baño a tiempo al sentir la necesidad de orinar, la micción frecuente o por la noche puede alterar tu vida.

Cuándo debes consultar a un médico
Aunque la vejiga hiperactiva no es poco común en los adultos mayores, no forma parte del proceso normal de envejecimiento. Puede que no sea fácil hablar de tus síntomas, pero si te resultan preocupantes o alteran tu vida, habla con el médico. Hay tratamientos disponibles que pueden ayudarte.

Funcionamiento normal de la vejiga
Los riñones producen orina que va hacia la vejiga. Cuando orinas, la orina sale de la vejiga por un conducto llamado "uretra". Un músculo de la uretra llamado "esfínter" se abre para que la orina pueda fluir al exterior.

Las mujeres tienen el orificio uretral ubicado exactamente arriba de la vagina. Los hombres tienen el orificio de la uretra ubicado en la punta del pene. Cuando la vejiga se llena, las señales nerviosas enviadas al cerebro finalmente desencadenan la necesidad de orinar. Al orinar, estas señales nerviosas coordinan la relajación de los músculos del piso pélvico y los músculos de la uretra (músculos del esfínter urinario). Los músculos de la vejiga se tensan (contraen) y, de este modo, expulsan la orina.

Contracciones involuntarias de la vejiga
La vejiga hiperactiva se produce cuando los músculos de la vejiga comienzan a contraerse involuntariamente aunque el volumen de orina almacenado en la vejiga sea bajo. Estas contracciones involuntarias crean una necesidad urgente de orinar.

Existen diversas afecciones que pueden contribuir a causar los signos y síntomas de la vejiga hiperactiva, como por ejemplo:

  • Trastornos neurológicos, como el accidente cerebrovascular y la esclerosis múltiple.
  • Diabetes.
  • Infecciones de las vías urinarias que pueden causar síntomas similares a los de una vejiga hiperactiva.
  • Cambios hormonales durante la menopausia en las mujeres
  • Anomalías en la vejiga, como tumores o cálculos.
  • Factores que obstruyen la salida de la vejiga: agrandamiento de la próstata, estreñimiento u operaciones anteriores para tratar otros tipos de incontinencia.
  • Medicamentos que causan un aumento rápido en la producción de orina o que deben tomarse con mucho líquido.
  • Consumo excesivo de cafeína o alcohol.
  • Deterioro de la función cognitiva debido al envejecimiento, que puede impedir que la vejiga interprete correctamente las señales enviadas por el cerebro.
  • Dificultades para caminar, que pueden generar urgencia urinaria si no puedes llegar al baño rápidamente.
  • Vaciamiento incompleto de la vejiga, que puede ocasionar síntomas de vejiga hiperactiva al quedar poco espacio para almacenar orina.

Factores de riesgo
Al envejecer, aumenta el riesgo de presentar vejiga hiperactiva. También es mayor el riesgo de presentar enfermedades y trastornos tales como agrandamiento de la próstata y diabetes, que pueden contribuir a otros problemas relacionados con la función de la vejiga.

Muchas personas con deterioro cognitivo - por ejemplo, los que han tenido un accidente cerebrovascular o tienen la enfermedad de Alzheimer - desarrollan una vejiga hiperactiva. La incontinencia que se produce a causa de este tipo de situaciones puede controlarse con cronogramas para beber líquidos, horarios y recordatorios para evacuar, prendas absorbentes y programas de movimiento del intestino.

Algunas personas con vejiga hiperactiva también presentan problemas de control del intestino; infórmale al médico si ese es tu caso.

Complicaciones
Cualquier tipo de incontinencia urinaria puede afectar tu calidad de vida en general. Si los síntomas de vejiga hiperactiva alteran tu vida en gran medida, es posible que, además, tengas:

  • Sufrimiento emocional o depresión.
  • Ansiedad.
  • Alteraciones del sueño o interrupción de los ciclos de sueño.
  • Problemas con la sexualidad.
En algunos casos, el tratamiento de estas afecciones asociadas puede ayudar con los síntomas urinarios.

Las mujeres que tienen una vejiga hiperactiva también pueden tener un trastorno llamado incontinencia urinaria mixta, en el cual se produce incontinencia tanto por urgencia como por esfuerzo. La incontinencia urinaria por esfuerzo es la pérdida involuntaria de orina debido a un movimiento o actividad física que ejerce presión sobre la vejiga, como toser, estornudar, reír o hacer ejercicio. Es probable que el tratamiento de la incontinencia urinaria por esfuerzo no ayude mejorar los síntomas de la vejiga hiperactiva. Del mismo modo, el tratamiento de la vejiga hiperactiva no es probable que mejore los síntomas de la incontinencia urinaria por esfuerzo.

En algunas personas, puede darse una combinación frecuente de problemas para almacenar orina en la vejiga y para vaciarla. La vejiga puede ocasionar mucha urgencia e incluso incontinencia, pero no se vacía correctamente. Un especialista puede ayudarle con esta combinación de problemas de la vejiga.

Prevenciones
Puedes tomar las siguientes medidas para llevar un estilo de vida saludable y así reducir el riesgo de tener vejiga hiperactiva:

  • Mantener un peso saludable.
  • Realizar actividad física y ejercicio todos los días con regularidad.
  • Reducir el consumo de cafeína y alcohol.
  • Dejar de fumar.
  • Controlar las afecciones crónicas, como la diabetes, que pueden potenciar los síntomas de vejiga hiperactiva.
  • Aprender dónde están ubicados los músculos del piso pélvico y fortalecerlos con los ejercicios de Kegel: tensiona (contrae) los músculos, mantén la contracción durante dos segundos y luego relaja los músculos durante tres segundos. Aumenta gradualmente el tiempo hasta mantener la contracción durante cinco segundos y, luego, durante diez segundos cada vez que realices estos ejercicios. Realiza tres series de diez repeticiones por día.

Tratamientos - Terapia de Comportamiento
Las intervenciones relacionadas con la conducta son la primera opción para ayudar a controlar la vejiga hiperactiva. Muchas veces resultan eficaces y no tienen efectos secundarios. Estas intervenciones pueden incluir lo siguiente:

  • Ejercicios para fortalecer los músculos del piso pélvico. Los ejercicios de Kegel fortalecen los músculos del piso pélvico y del esfínter urinario. Al fortalecerse, estos músculos permiten detener las contracciones involuntarias de la vejiga. El médico o un fisioterapeuta pueden enseñarte a hacer los ejercicios de Kegel correctamente. Al igual que cualquier otra rutina de ejercicio, los beneficios de los ejercicios de Kegel dependerán de la regularidad con la que los hagas.
  • Biorretroalimentación. Durante la biorretroalimentación, te conectan a sensores eléctricos que permiten medir y recibir información sobre el cuerpo. Los sensores de biorretroalimentación te enseñan cómo hacer cambios sutiles en el cuerpo, como fortalecer los músculos pélvicos para poder reducir mejor la sensación de urgencia por orinar.
  • Peso saludable. Si tienes sobrepeso, la pérdida de peso puede aliviar los síntomas. La pérdida de peso también puede ayudarte si tienes incontinencia urinaria por esfuerzo.
  • Horarios programados para ir al baño. Establecer un cronograma para ir al baño, por ejemplo, cada dos a cuatro horas, te permite acostumbrarte a orinar a los mismos horarios todos los días, en lugar de esperar a sentir la necesidad urgente de orinar.
  • Cateterismo intermitente. Si no puedes vaciar bien la vejiga, el uso periódico de un catéter para vaciar la vejiga por completo la ayuda a hacer lo que no puede hacer por sí misma. Pregúntale al médico si este método es adecuado para tu caso.
  • Compresas absorbentes. Utilizar ropa interior o compresas absorbentes puede proteger tus prendas y ayudarte a evitar incidentes vergonzosos, de modo que no tengas que limitar tus actividades. Las prendas absorbentes vienen en diversos tamaños y niveles de absorción.
  • Entrenamiento de la vejiga. El entrenamiento de la vejiga implica prepararse para contener los deseos de orinar cuando sientes la necesidad de ir al baño. Debes comenzar conteniendo la orina durante periodos breves, por ejemplo de 30 minutos, e incrementar progresivamente el tiempo hasta llegar a orinar cada tres a cuatro horas. El entrenamiento de la vejiga solo es posible si puedes tensar (contraer) los músculos del piso pélvico correctamente.

Medicamentos
Después de la menopausia, la terapia de estrógenos vaginales puede ayudar a fortalecer los músculos y tejidos de la uretra y el área vaginal. El estrógeno vaginal viene en forma de crema, supositorio, tableta o anillo, y puede mejorar significativamente los síntomas de la vejiga hiperactiva.

Los medicamentos que relajan la vejiga pueden ser útiles para aliviar los síntomas de vejiga hiperactiva y reducir los episodios de incontinencia urinaria por urgencia. Estos medicamentos comprenden los siguientes:

  • Tolterodina (Detrol)
  • Oxibutinina, que puede tomarse en forma de píldora (Ditropan XL) o utilizarse como parche para la piel (Oxytrol) o gel (Gelnique).
  • Trospium.
  • Solifenacina (Vesicare)
  • Darifenacina (Enablex)
  • Fesoterodina (Toviaz)
  • Mirabegrón (Myrbetriq)
Los efectos secundarios comunes de la mayoría de estos medicamentos incluyen sequedad en los ojos y en la boca, pero beber agua para calmar la sed puede agravar los síntomas de la vejiga hiperactiva. El estreñimiento, otro posible efecto secundario, también puede agravar los síntomas relacionados con la vejiga. Las presentaciones de liberación prolongada de estos medicamentos, como los parches cutáneos o el gel, pueden tener menos efectos secundarios.

El médico puede recomendarte que bebas a sorbos pequeñas cantidades de agua o que chupes un caramelo sin azúcar o mastiques chicle sin azúcar para aliviar la sequedad de la boca, y que te pongas gotas en los ojos para mantenerlos húmedos. Algunos preparados de venta libre, como los productos Biotene, pueden ayudar a aliviar la sequedad en la boca a largo plazo. Para evitar el estreñimiento, es posible que el médico te recomiende una dieta rica en fibras o el uso de ablandadores de heces.

Inyecciones en la vejiga
La toxina onabotulínica tipo A, también conocida como "bótox", es una proteína de las bacterias que ocasionan el botulismo. Esta proteína, utilizada en dosis pequeñas que se inyectan directamente en los tejidos de la vejiga, relaja los músculos.

Los estudios demuestran que puede resultar útil para tratar la incontinencia urinaria por urgencia grave. Los efectos temporales suelen durar seis meses o más, pero es necesario repetir las inyecciones.

Los efectos secundarios de estas inyecciones incluyen infecciones de las vías urinarias y retención urinaria. Si estás considerando la posibilidad de someterte a tratamientos con bótox, debes poder cateterizarte, y estar dispuesto a hacerlo, en caso de que se produzca retención urinaria.

Estimulación nerviosa
Regular los impulsos nerviosos que van hacia la vejiga puede mejorar los síntomas de vejiga hiperactiva.

En uno de los procedimientos, se utiliza un pequeño cable ubicado cerca de los nervios sacros, que transmiten las señales a la vejiga, en la zona cercana al coxis.

Este procedimiento mínimamente invasivo a menudo se realiza con un ensayo de un alambre temporal implantado bajo la piel en la espalda lumbar. A veces se puede hacer como un procedimiento avanzado en el que se implanta el electrodo permanente y se realiza un ensayo más largo. El médico utiliza un dispositivo manual conectado al cable para enviar impulsos eléctricos a la vejiga, de forma similar a lo que hace un marcapasos con el corazón. Si ayuda con los síntomas, se implanta quirúrgicamente un generador de pulso permanente alimentado por baterías para ayudar a regular el ritmo del nervio.

Estimulación percutánea del nervio tibial
Este procedimiento utiliza una aguja fina que se coloca a través de la piel cerca del tobillo para enviar la estimulación eléctrica de un nervio de la pierna (nervio tibial) a la columna vertebral, donde se conecta con los nervios que controlan la vejiga.

Los tratamientos de estimulación percutánea del nervio tibial se administran una vez por semana durante 12 semanas para ayudar a tratar los síntomas de la vejiga hiperactiva. Es probable que necesites tratamientos de mantenimiento cada tres o cuatro semanas para mantener los síntomas bajo control.

Medicamentos
La cirugía para tratar la vejiga hiperactiva está destinada a pacientes con síntomas graves que no responden a otros tratamientos. El objetivo es mejorar la capacidad de la vejiga para almacenar orina y reducir la presión en la vejiga. Sin embargo, estos procedimientos no ayudan a aliviar el dolor en la vejiga. Estos procedimientos son:

  • Cirugía para aumentar la capacidad de la vejiga. En este procedimiento, se utilizan partes del intestino para reemplazar una sección de la vejiga. Esta cirugía se utiliza solo en casos de incontinencia urinaria por urgencia grave que no responde a ninguna otra medida de tratamiento más conservadora. Si te realizan esta cirugía, es posible que debas utilizar un catéter intermitentemente de por vida para vaciar la vejiga.
  • Extracción de la vejiga. Este procedimiento se utiliza como último recurso e implica la extracción de la vejiga y la construcción quirúrgica de una vejiga de reemplazo (neovascular) o una abertura en el cuerpo (estoma) para colocar una bolsa en la piel que recolecte la orina.